Cada vez son menos los rusos que celebran el Día de San Valentín. Si hace diez años uno de cada dos adultos celebraba con su pareja el Día de los Enamorados, este año lo harán apenas uno de cada cinco, según una encuesta publicada por el portal ruso Superjob.
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El mal momento que atraviesan las relaciones entre Rusia y Occidente tras la crisis de Ucrania ha dado alas a una propaganda abiertamente antioccidental, desplegada un día tras otro en la mayoría de los medios de comunicación rusos por políticos, periodistas y personalidades públicas.
La Iglesia Ortodoxa Rusa, muy crítica con San Valentín por tratarse de una fiesta católica, ha promovido con fuerza su propia fecha reservada para los enamorador-8 de julio- Día de la Familia, el Amor y la Fidelidad.
Pese a todo, algunos se toman el Día de los Enamorados como un buen motivo para pasarlo bien y expresar sus sentimientos a la persona amada.
En Moscú y, en menor medida, en San Petersburgo, el Día de los Enamorados goza de buena salud y se ha convertido en un filón para los comercios, que aprovechan la fiesta para aumentar sus ventas.
Flores y chocolates son el regalo por excelencia de la fecha, aunque muchos optan por invitar a su pareja a una cena romántica fuera de casa.