“Un amigo te escucha” nació en Quito a inicios de este año como respuesta a la necesidades de comunicación y acompañamiento durante la pandemia de coronavirus COVID-19.
PUBLICIDAD
Esta iniciativa ha confortado a más de 520 personas de diferentes nacionalidades, que se sienten solas y vulnerables ante esta dura realidad. Más de 180 sólo en Ecuador.
El propósito de “Un amigo te escucha” es contactar a través de llamadas a personas que necesiten conversar con alguien que se preocupe por ellas y los acompañe durante este tiempo de aislamiento.
Este servicio forma parte de “10 Min con Jesús”, un popular servicio de meditaciones diarias que con la ayuda de voluntarios y aprovechando los adelantos tecnológicos, buscan enseñar a hacer oración a todos los que están interesados y que cuentan con 30.000 suscriptores.
“La idea de activar esta línea de ayuda surgió cuando el equipo 10 Min con Jesús notó un aumento en las respuestas de personas agradeciendo las meditaciones que recibían por WhatsApp porque les subían el ánimo en medio de la tristeza y nerviosismo que les generaba esta coyuntura.”, explicó Gisela Montalvo, portavoz de “Un amigo te escucha”.
Quien busca hablar con Un Amigo Te Escucha llena un formulario digital con preguntas sencillas como país de residencia, edad, y que explique a grandes rasgos cuál es la situación por la que está pasando.
Las administradoras de la plataforma deciden cuál es el voluntario ideal para hacer esta llamada, en base a similitud de culturas, país, huso horario; y en seguida el voluntario asignado recibe un aviso con todos los datos.
PUBLICIDAD
“Intentamos que la llamada se haga el mismo día que recibimos la solicitud, como muy tarde al día siguiente”, asegura Gisela. Pero no todo termina con la llamada; al final cada voluntario llena una bitácora con una descripción breve de la situación por la que está pasando esta persona.
“Lo más importante es saber si es necesario un seguimiento. Es decir, si la persona necesita que continúen llamándola: algunos de nuestros beneficiarios han recibido más de 20 llamadas y siguen hoy en el programa.”
Este programa cuenta con 5 administradores y 60 voluntarios (la mayor parte son ecuatorianos). Los voluntarios hacen contacto y acompañan a las personas vía whatsapp apoyados con psicólogos y psiquiatras para los casos más graves.
“La tecnología ha sido parte fundamental para hacer efectivo el contacto con las personas y el agendamiento de las llamadas, aspectos con los que Arianda Communications Group quiso aportar a la causa a través de su experiencia en proyectos de automatización e innovación digital”, según Ricardo Aguilar, Managing Director Ecuador.
El alcance de esta iniciativa ha sido internacional, llegando a países como: Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Venezuela. Los problemas más comunes tienen que ver con la soledad, la falta o pérdida del trabajo, problemas de salud y crisis en el hogar por roces familiares.
“Hemos identificado que el grupo más representativo son mujeres mayores de 40 años, en soledad y situación vulnerable, que han encontrado en este acompañamiento un apoyo que les ha permitido enfrentar y superar los retos que el COVID19 y la cuarentena ha supuesto para ellas”, comenta, Gisela, y asegura que cuando estas personas “reciben una llamada desinteresada, eso les ayuda a cambiar de humor, a sentirse queridos, a volver a sentirse hijos de un Dios Padre Todopoderoso que nos quiere con locura”.
Un dato sorprendente es que la semana que más solicitudes se recibieron es la del 20 al 27 de julio. Se ve que el servicio seguirá funcionando durante los siguientes meses, mientras dure el distanciamiento social, ya que hay muchas personas vulnerables que seguirán necesitando que un amigo les escuche.