American Airlines hoy reanudó sus operaciones en Ecuador, con vuelos entre el Aeropuerto Internacional de Miami (MIA) y sus dos destinos en el país, el Aeropuerto Internacional Mariscal Sucre (UIO) en Quito y el Aeropuerto Internacional José Joaquín de Olmedo (GYE) en Guayaquil.
PUBLICIDAD
Marcando un hito para la aerolínea, el vuelo 408 proveniente de MIA aterrizó en UIO a la 1:41 p.m., marcando el primer vuelo programado de la aerolínea hacia Sur América desde que restricciones de viaje relacionadas a COVID-19 se establecieran en la región.
Los vuelos a Quito serán operados cinco veces por semana con una aeronave Airbus 319, con ocho asientos en la Clase Ejecutiva y 120 en la Cabina Principal. Los vuelos a Guayaquil, también operados cinco veces por semana, serán con Boeing 737-800, con 16 asientos en la Clase Ejecutiva y 148 en la Cabina Principal. Comenzando en julio, ambos vuelos serán operados diariamente.
“American tiene un compromiso de largo plazo con Ecuador, celebrando este año 30 años de operaciones. Estos dos vuelos que iniciamos hoy marcan nuestro tan esperado regreso al país al igual que nuestro regreso a Sur América,” dijo Jose Freig, Director Regional de American para América Latina.
“La prioridad principal de American continúa siendo la seguridad y el bienestar de nuestros clientes y de nuestro equipo, y tenemos un gran enfoque en seguir las últimas guías de expertos en salud y autoridades gubernamentales. Queremos que nuestros clientes se sientan seguros al viajar con nosotros y esperamos darles la bienvenida en nuestros aeropuertos y a bordo de nuestras aeronaves en un futuro próximo».
La aerolínea ha ampliado la frecuencia de limpieza en las áreas del aeropuerto bajo su control, incluidas las puertas de embarque, los mostradores de boletos, los mostradores de servicios para pasajeros, las oficinas de servicio de equipaje y las salas de los miembros del equipo. American también ha mejorado la limpieza dentro de los aviones, está distribuyendo toallitas desinfectantes y gel para los clientes, y ha reducido las interacciones entre los auxiliares de vuelo y los clientes al limitar la entrega de alimentos y bebidas.