El décimo cuarto sueldo, llamado también bono escolar debe ser invertido en educación, cumplimiento de metas financieras o en actividades que permitan incrementar o diversificar ingresos. Pues, utilizarlos para gastos hormiga o de bolsillo no es una buena práctica y perjudica las finanzas familiares, afirma Karina Diaz, experta en Educación Financiera de Fundación Crisfe.
PUBLICIDAD
El bono escolar se otorga a propósito del ingreso a clases en la región Sierra y Amazonía a todos los trabajadores en relación de dependencia, sean pensionistas del Seguro de Fuerzas Armadas o del Instituto de Seguridad Social. Esta remuneración debe cancelarse hasta el 15 de agosto. Si el colaborador cambió de empresa o fue desvinculado, la compañía debe pagar la parte proporcional del décimo en la Inspectoría del Trabajo.
Así, el décimo cuarto sueldo en 2019 constituye el valor de una remuneración básica unificada $394, que puede recibir el beneficiario de forma acumulada o mensualizada, según lo decida.
En este contexto, Fundación Crisfe proporciona algunos consejos para asignar un uso adecuado uso a éste importante ingreso. Si el décimo cuarto es mensual, debe ser acumulado en una cuenta de ahorros programado, a fin de generar intereses y se destine a la educación.
En caso de no estudiar ni tener hijos en edad escolar, el rubro puede destinarse a capacitaciones para mejorar las competencias laborales, cumplir metas financieras, inversión. Si la situación es opuesta, el monto debe cubrir los gastos ocasionados por el regreso a clases.
Finamente, es indispensable elaborar un presupuesto específico para el ingreso a clases, considerando costos de uniformes, matrículas, útiles escolares, chequeos médicos y un rubro de imprevistos. Estos deben ser financiados con el décimo cuarto, si el dinero del presupuesto supera este monto debería existir un fondo de ahorro. Así, se evitarán crisis financieras en esta temporada.
