Los guardias fronterizos que patrullaban el estrecho de Kerch, recogieron a un hombre navegando en una balsa hecha de botellas de plástico. Las autoridades notaron que algo estaba flotando mientras controlaban e agua a una milla de la costa.
Resultó ser un hombre de 53 años nativo de Tashkent, y ahora ciudadano de la Federación Rusa, había viajado desde el 2012. El hombre estaba en camino hacia la región de Saratov en Crimea. La policía le puso una advertencia por haber violando el régimen fronterizo.