Carapaz, que cumplirá 25 años el próximo martes, terminó la carrera rosa en un total de 89 horas, ocho minutos y 23 segundos e hizo historia al convertirse en el primer corredor ecuatoriano capaz de ganar una etapa del Giro de Italia.
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Su última etapa, una prueba en línea de 115 kilómetros disputada este domingo en pleno centro de Roma, entre sitios icónicos como el Coliseo, el Circo Máximo o la Plaza del Popolo, se cerró con un tiempo de dos horas, 50 minutos y 49 segundos.
Sin embargo, el momento más alto de su Giro llegó en la octava etapa, entre Praia a Mare y Montevergine de Marcogliano, de 208 kilómetros, cuando Carapaz triunfó tras un gran ataque bajo la lluvia a falta de poco más de un kilómetro para el final.
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Fue una hazaña histórica para el corredor de la provincia del Carchi (norte), que logró superar a un holandés Koen Bouwman que progresaba lanzado en su «fuga» y que llegó a la meta para estrenar su casillero de victorias en la carrera rosa y en circuito World Tour.
El ciclista del equipo Movistar lució además durante varios días la camiseta blanca, que premia al mejor joven de la carrera, entre corredores nacidos después del 1 de enero de 1993, antes de que se la arrebatara Miguel Ángel «Supermán» López.
Sus grandes prestaciones en las subidas más duras, realizadas a base de máximo compromiso y tenacidad, le convirtieron en un ídolo de todo su país, que le ensalzó a través de las palabras del presidente de la Federación de Ciclismo Ecuatoriana, Oswaldo Hidalgo.
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«Para Ecuador ha sido una alegría inmensa lo que está realizando Richard desde que está en el equipo Movistar. Prácticamente es una hazaña lo que ha logrado Richard, que está grabada en el corazón de todos los ecuatorianos», comentó Hidalgo tras el triunfo de Carapaz en Montevergine.
El corredor de Carchi, absoluta revelación de este Giro, se lució también la última semana, en la que peleó en las intensas subidas de las montañas del norte de Italia con Miguel Ángel López para hacerse con la camiseta blanca de mejor joven.
Hubo espectáculo y lucha hasta la vigésima etapa, disputada el sábado, en la que Carapaz batalló hasta la línea de meta con López tras superar tres escaladas de máxima exigencia, como el Col Tsecore, el Col Saint Pantaleon y el Cervinia.
Su Giro concluyó con la cuarta plaza en la general y la segunda en la lucha por la «maglia» blanca, unos resultados históricos para un corredor que demostró que tiene las armas necesarias para darse grandes satisfacciones en las grandes vueltas.
A dos días de su 25 cumpleaños, Carapaz mira al futuro con optimismo y ganas de seguir creciendo, empujado por todo su país, un Ecuador que desea tener un rol de protagonista en la elite del ciclismo mundial.
EFE
