El ecuatoriano Richard Carapaz, maillot blanco de mejor joven del Giro, es quinto en la general tras superar un pinchazo en los últimos kilómetros de la etapa más larga de esta edición, en la que el equipo español Movistar sufrió la cruz de la retirada por caída de Rafa Valls.
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Carapaz sufrió el pinchazo con la carrera lanzada y en un momento crucial, pero su compañero Rubén Fernández le cedió su bicicleta y el ecuatoriano pudo entrar con los favoritos a 34 segundos del vencedor, el esloveno Matej Mohoric.
«Ha sido un día largo y muy duro. Además, tuve un pinchazo en los momentos claves, pero gracias al equipo conseguí una nueva bicicleta y pude volver a subir a cabeza de grupo», dijo el ecuatoriano.
Carapaz destacó los buenos efectos de la jornada de descanso del pasado lunes y aseguró que «en el Giro hay que estar atentos todos los días», a la vez que se mostró optimista para «hacer una buena tercera semana».
La ‘cruz’ del día para el conjunto español fue Rafa Valls. El español se fue al suelo junto a Rubén Fernández en la aproximación a la segunda de las tres cotas puntuables del día, Bruzzolana (3ª), y con un agudo dolor en las costillas hubo de abandonar la carrera y subirse al coche del Movistar conducido por Chente García Acosta, con quien se dirigió al camión radiológico ubicado en la meta.
Los primeros chequeos a los que fue sometido revelaron únicamente una contusión costal, si bien la inmediatez del accidente y los exámenes requerirá de nuevas pruebas en los próximos días. EFE