El equipo suramericano del que es parte el piloto de autos ecuatoriano Sebastián Guayasamín, ha invertido más de 300.000 dólares en el proceso que lo llevará a participar en el rally Dakar 2018, que recorrerá en enero Perú, Bolivia y Argentina.
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Así lo aseguró este 20 de diciembre a Efe el piloto ecuatoriano que, con la de enero próximo, sumará su cuarta participación en la competición que nació hace unos cuarenta años en la ruta París-Dakar y que en 2009 se mudó a Suramérica.
Guayasamín es empresario y el único piloto ecuatoriano de autos que ha participado y terminado el trayecto en la versión suramericana del Dakar.
En total serán unos 400 los participantes entre motos, cuatriciclos, autos y camiones, en la competición que comenzará el 6 de enero en la capital peruana, Lima, y terminará el 20 de ese mes en la ciudad argentina de Córdoba.
De 37 años, Guayasamín, quien entró con 16 años en el mundo del automovilismo, para seguir luego a las competencias de motos, se ubicó en el puesto 44 en la clasificación general de 110 competidores en el rally Dakar de 2017 y estuvo también en las ediciones de 2014 y 2015.
Con miras al de 2018, ve en el recorrido por Perú, donde habrá seis etapas, el tramo «más complicado» del Dakar pues se desarrollará en un desierto, «el más espectacular de Suramérica, uno muy parecido al Sahara».
A las difíciles condiciones geográficas en ese desierto, dice, se suma la necesidad de navegar con brújula pues no hay caminos marcados y todo es fuera de pista, momento en el que se pone a prueba la pericia de piloto y copiloto que lo acompañará: el argentino Mauro Lipez, de 47 años.
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Pero las dificultades continuarán: en Bolivia recorrerán cuatro etapas sobre los 4.000 metros de altura, para cumplir luego seis etapas más en Argentina donde «lo más difícil va a ser el calor pues va a superar los 45 grados al exterior», comenta.
«Para mí, lo más complicado va a ser Perú pues es un terreno que no tenemos en Ecuador y es nuevo ya que (rutas por ese país) no habían estado en el Dakar en los últimos cinco años», dice quien, como hijo de los Andes, considera que se sentirá «cómodo» en la altitud de Bolivia.
El tramo por Argentina no le genera mayor preocupación, pues ya en 2014 triunfó en un campeonato en ese país.
Más que una carrera de velocidad, el Dakar es una travesía de resistencia, «una odisea», señala Guayasamín, a quien le tocará dormir como el resto de competidores en carpas junto a su automóvil.
El piloto, que lidera el equipo integrado por compañeros de Colombia, Argentina, Perú, está optimista en obtener buenos resultados en la nueva categoría T1.S, en la que participan vehículos prototipos con componentes de serie.
«Mi expectativa es ubicarme dentro de los primeros cinco lugares de esta categoría y vamos a intentar entrar dentro de los treinta primeros de la categoría general».
Guayasamín, un padre de dos niñas de 6 y 2 años de edad, y quien ha participado en carreras en Colombia, Ecuador, Perú, Argentina, Chile y Bolivia, viajará a Perú el 3 de enero para comenzar su participación en el Dakar.
Fuente: EFE
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