Nada salió bien. La prueba en Corea Del Sur dejó saldo en rojo y más dudas que certeza para José Pékerman.
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Muchos de los jugadores no estuvieron a la altura en lo deportivo y para colmo, Edwin Cardona, un jugador que era fija para Rusia 2018, como lo es José Pékerman, no estuvo a la altura en lo humano. El futbolista de Boca Juniors se mofó de un rival, en un acto que es entendido como racista.
Tal gesto le puede costar el cupo al Mundial. La FIFA mantiene una cruzada en contra del racismo, al igual que el deporte en general. En la era de Joseph Blatter, una de las políticas que todavía mantiene el ente rector del fútbol es penar con toda severidad los gestos racistas, dentro y fuera de la cancha.
El expresidente de FIFA exigió en su momento a las Federaciones que hubiera tolerancia cero en contra del racismo, sin necesidad de la intervención FIFA. De no hacerlo, el ente tomaría riendas en el asunto con sanciones ejemplares.
“He subrayado muchas veces la postura de la FIFA en contra del racismo y la discriminación, pero los recientes sucesos han demostrado que existe la necesidad de una acción concertada y la urgencia de adoptar medidas más rigurosas a fin de eliminar esta sombra del fútbol. La sociedad nos lo demanda” Joseph Blatter.
En 2006, FIFA suspendió por cuatro partidos al brasileño Antonio Carlos, por gestos racistas en contra de su compatriota Joevanio, en un partido entre Juventude y Gremio de Porto Alegre. Esta fue la primera sanción FIFA desde que tomó su postura radical en contra del racismo.
De hecho, otro colombiano está implicado en actos raciales en el mundo del fútbol. Es el caso de Santiago Tréllez, quien será suspendido de cinco a diez partidos en Brasil, por llamar ‘mono’ a un rival en Brasil, donde viste la camiseta del Vitória. Además, será citado por la justicia ordinaria.
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En UEFA, por el ejemplo, el reglamento indica una sanción mínima de 10 partidos para aquel jugador que caiga en actos racistas. El reglamento FIFA es más flexible, pero como mínimo determina cinco partidos de suspensión. Es decir, si la FIFA lo halla culpable, Cardona se perderá el Mundial, o como mínimo no podría jugar hasta semifinales, si Colombia llega.
En otras disciplinas también se libra la cruzada en contra del racismo. Hace apenas una semana, el beisbolista cubano de los Astros de Houston, Yulieski Gurriel fue suspendido por las Grandes Ligas (MLB), luego de hacer un gesto discriminante en contra del lanzador japonés de los Dodgers, Yu Darvish.
La mofa fue parecida a la de Cardona contra los coreanos, burlándose de los ojos rasgados de las personas que nacen en el lejano oriente. Gurriel fue suspendido por cinco partidos oficiales en la MLB, aunque por su arrepentimiento y lágrimas le perdonaron la sanción en la Serie Mundial, pero deberá pagarla al inicio de la próxima temporada.
Cardona de seguro se arrepentirá, pero el gesto está hecho. La sanción parece inevitable y José Pékerman, además de encontrar respuestas futbolísticas en varios jugadores que no dan la talla, deberá buscarle reemplazante a Cardona, casi con seguridad.