José Guerrero, padre del delantero peruano Paolo Guerrero, sugirió una «mano negra» en el caso del posible dopaje de su hijo y acusó a los médicos de la selección peruana de «lavarse las manos» por los medicamentos que le aplicaron antes del partido contra Argentina para tratarle una gripe.
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El padre del futbolista comentó a la Radio Nacional de Perú que «puede que haya alguien que no quiere que Perú vaya a un Mundial, todo cae en lo posible, que haya una mano negra».
«Pero ojalá le ganemos a Nueva Zelanda y demostremos que tenemos buenos jugadores», dijo en referencia a la repesca, cuyos partidos no jugará Guerrero por la suspensión provisional de treinta días impuesta el viernes por la FIFA ante el «resultado analítico adverso» que dio en el control antidopaje del partido con Argentina.
José Guerrero contó que los médicos de la selección peruana aplicaron a su hijo una inyección para contrarrestar la mucosidad que tenía por una gripe que le afectaba en los días previos al partido ante la Abiceleste, jugado 5 de octubre en La Bombonera de Buenos Aires.
«Supongo, no afirmo, que le habrán aplicado efedrina. Esa medicina está permitida, pero no en una cantidad mayor de diez microgramos. El doctor debe tener su informe para decir qué cosa se le aplicó», especuló.
El padre del jugador expresó su seguridad en que «en ningún momento él se automedicó» porque «no toma nada para automedicarse sin la consulta del doctor».
Por ese motivo, José Guerrero criticó que el médico de la selección peruana, Julio Segura, descartara que los medicamentos no fueran la causa de la sustancia extraña, todavía no precisada, que se le detectó en los análisis.
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«Creo que el cuerpo médico debe asumir su responsabilidad. Hay que ser claros. Ellos son los que le han recetado las medicinas para que contrarreste el proceso gripal que tenía. ¿Ahora se lavan las manos?», lamentó.
Negó rotundamente que la sustancia del posible dopaje, supuestamente un metabolito de la coca, sea producto de alguna droga. «Él me ha dicho que esto es una mentira. Mi hijo no conoce ni la cocaína, ni la marihuana ni ninguna droga social», apostilló.
José Guerrero también apuntó que su hijo estaba «muy molesto» con los dirigentes de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) porque no le habían contestado el teléfono en los instantes posteriores a que se conociera el caso.
Añadió que Paolo Guerrero seguirá los dos partidos de Perú ante Nueva Zelanda desde Brasil y que en principio no tiene previsto viajar a Lima.
EFE
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