Parecía la jornada perfecta para Lanús que consiguió la clasificación a la final de la Copa Libertadores de América después de una memorable remontada ante River Plate, sin embargo, la noche se empañó por la triste noticia de la muerte de uno de sus ídolos, Ramón Cabrero.
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El entrenador encabezó al cuadro granate que salió campeón por primera vez en el Torneo Apertura 2007, ganándose el cariño de la hinchada del equipo del sur de Buenos Aires y siendo fundamental para armar el plantel del actual equipo que se ilusiona con un campeonato inédito.
Cabrero nació en la ciudad de Santander, en Cantabria, España, el 11 de noviembre de 1947, pero se radicó en la Argentina cuando era niño, apasionándose tempranamente por el fútbol jugando como volante desde la década de los 60 hasta 1982, anotando pasos por Lanús -donde debutó- Newell’s Old Boys y un paso por el Atlético de Madrid en España.
José Sand, estandarte del título del 2007, expresó su tristeza por el fallecimiento y rindió homenaje tras el partido internacional: «Ramón es un poco el fundador de todo esto, me trajo acá, estamos muy dolidos. Todo lo que él hizo por el club, los jugadores que sacó. Siempre ayudando y dando su mano, siempre apoyando y nunca con críticas«.
Lanús con el sabor agridulce de la victoria histórica ante River y la triste noticia, ahora espera poder dedicarle el título ineternacional a su ídolo cuando enfrente al ganador de la llave entre Gremio de Brasil y Barcelona de Ecuador.
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