El púgil estadounidense Floyd Mayweather junior ganó por nocáut técnico, en el décimo asalto, al peleador irlandés de artes marciales mixtas Conor McGregor, que hizo su debut como boxeador.
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El árbitro de la pelea, el estadounidense Robert Bird, que estuvo igual de mal que los dos peleadores, al permitir a McGregor todo tipo de golpes ilegales y marrulleros, decidió para el «esperpento» de combate cuando se llevaba 1:05 minuto del décimo asalto.
Para entonces, Mayweather junior ya estaba en control de las cartulinas de los tres jueces de la pelea después de haberse dejado ganar los tres primeros al no hacer nada sobre el cuadrilátero montado en T-Mobile Arena de Las Vegas.
Pero a pesar de haber jugado con McGregor, que fue peor que un sparring sobre el cuadrilátero, y de todos los aficionados que decidieron pagar miles de dólares, aunque no se llenó el aforo del T-Mobile, Mayweather junior al concluir la «farsa» de combate dijo que «una victoria es una victoria, sin importar como la consigas».
La consiguió de la manera más humillante para el deporte del boxeo, ante un rival que no hizo absolutamente nada bien sobre el cuadrilátero, no tuvo velocidad, no movió sus pies, menos supo colocar un sólo golpe de poder con el que amenazó que iba a destruir al «viejo» de Mayweather junior.
Nada de eso sucedió, al contrario, se cumplió todo lo que habían adelantado los expertos y profesionales del mundo del boxeo, que la pelea era un «sin sentido» para la imagen y la historia del deporte.
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Pero la Comisión Atlética de Nevada decidió autorizarla con el único fin de conseguir importantes ingresos económicos, que al final también pueden estar más que cuestionados en cuanto a los huecos vistos en las gradas del T-Mobile.
Por lo que habrá que esperar a ver cuales son las ventas de la televisión de pago, que también podría dejar sorpresas desagradables para los organizadores.
«No importa lo que piensen de la pelea, les debía a los aficionados un buen espectáculo luego de la pelea que hice ante Manny Pacquiao», justificó Mayweather junior, que esta vez si, después de haber vuelto de su retiro voluntario por segunda vez en su carrera, dijo que había sido el último combate.
«Damas y caballeros esta fue mi última pelea», declaró Mayweather junior nada más concluir el combate ante McGregor al que le colocó 170 golpes, con combinaciones que el peleador irlandés no sabía ni por donde le llegaban, que siempre se vio como un auténtico «muñeco» en el cuadrilátero.
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Por su parte, McGregor dijo sentirse «satisfecho» de la manera como peleó y se quejo que el árbitró Byrd no le dejase golpear en la nuca a Mayweather junior cuando mejor estaba en la pelea.
«Debieron dejar que lo siguiese haciendo, dado que hay fue cuando me cortaron la inercia de la pelea», declaró McGregor. «Al final me ganó porque le hice pelear como un méxico, dándolo todo».
El combate programado a 12 asaltos dentro de la categoría del peso mediano junior como habían anticipado los expertos del deporte del boxeo fue una completa decepción también para los aficionados por lo que les ofrecieron ambos peleadores.
Además, comenzó con retraso por los problemas que tuvieron los organizadores con la trasmisión de la televisión de pago por parte de la cadena de Showtime.
Al final, lo único que a Mayweather junior, de 40 años, le interesaba, que era mantener invicto como profesional, lo consiguió para dejar su marca en 50-0, con 27 nocáuts, la mejor de todos los tiempos al superar a Rocky Marciano (49-0), con el que estaba empatado.
Muchos creyeron, que si ya era poco «ético» enfrentarse a un peleador de artes marciales mixtas que no había hecho un solo combate de boxeo, más lo sería si al final contaba la pelea para su marca.
Nada de eso le importó a Mayweather junior, ni el que a partir de ahora sea recordado como el púgil que estando en la cima y habiendo demostrado ser de los mejores de todos los tiempos, al final «traicionó» a la integridad del deporte del boxeo.
Mayweather junior como se esperaba en el «esperpento» de pelea que montaron para ganar millones de dólares, fue siempre superior y tan solo en los tres primeros asaltos, cuando de forma intencional no quiso hacer nada en el cuadrilátero dejó que McGregor pudiese ponerlos en su cuenta.
El triunfo dejó a Mayweather junior con una bolsa asegurada de 100 millones de dólares, mientras que McGregor, de 29 años, se llevó otra de 30 millones.
Ambos podrían incrementarlas de forma considerable en base a los ingresos que puedan darse por la venta de los derechos de televisión de pago.
Fuente: EFE
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