La organización de los Juegos Panamericanos de 2007, celebrados en Río de Janeiro, conmemoró esta mañana el décimo aniversario de la competición que inició una época en la que la ciudad carioca fue foco del deporte mundial, con el Mundial de fútbol en 2014 en Brasil y los Juegos Olímpicos en 2016.
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En un acto en el Aterro de Flamengo, en la zona sur de Río de Janeiro, representantes de las diversas federaciones deportivas brasileñas y deportistas que participaron en aquellos Juegos Panamericanos posaron para una foto de recuerdo con el icónico Pão de Açúcar a sus espaldas.
La principal estrella de aquel campeonato, el nadador Thiago Pereira, que cosechó ocho medallas -seis de ellas de oro-, acudió a la cita con una de sus preseas, así como también hizo el jugador de voleibol Emanuel Rego, igualmente vencedor en los Panamericanos de 2007.
La organización puso en valor que aquellos fueron «los mejores Panamericanos de la historia», debido a «las instalaciones de nivel olímpico» y»una energía de la afición que hasta entonces Río nunca había visto».
No obstante, son muchos los artículos en la prensa local que se hicieron eco de los sobrecostes e instalaciones abandonadas de este campeonato.
En el medio brasileño ‘Estado de Sao Paulo’ se afirmó que los Panamericanos de 2007 costaron 3,6 billones de reales -unos 1.120 millones de dólares-, seis veces más de lo previsto, además de que el estadio de Maracanã debió ser prácticamente reconstruido para el Mundial de 2014 y el Estadio Olímpico tuvo que ser reformado siete años más tarde. EFE