La Juventus ganó 3-0 a Barcelona en la ida de los cuartos de final de la Liga de Campeones y se complicó la existencia por culpa de una gran actuación del argentino Paulo Dybala, que marcó dos goles al conjunto azulgrana y se erigió como protagonista del choque.
PUBLICIDAD
El jugador de la Juventus abrió el marcador en el minuto 7 con un con un zurdazo desde dentro del área que sorprendió a Marc-André ter Stegen; después, en el 22, y con un remate desde fuera del área, hizo el segundo tanto de la Juventus.
Ya en la segunda parte, el defensa Giorgio Chiellini, tras cabecear un córner, marcó el tercer gol de la Juventus para cerrar un marcador que podría ser definitivo para el Barcelona.
Los goles de Dybala y Chiellini
https://twitter.com/Guillotorr/status/851881506305953794
https://twitter.com/Guillotorr/status/851881821285617664
PUBLICIDAD
Dybala puede con Messi
Paulo Dybala se consagró ante el Barcelona. El jugador argentino tenía todos los focos encima en un partido de los grandes y no defraudó. Se subió al trono ante el Barcelona con una gran actuación y no lo hizo ante un cualquiera: delante tenía a Lionel Messi, eclipsado por su compatriota.
Aunque Messi completó un gran partido y fue uno de los mejores de su equipo, Dybala demostró que la selección argentina puede estar tranquila. Es imposible alcanzar el nivel del jugador del Barcelona, pero con Dyabala, el combinado albiceleste tiene a un futbolista de alta gama.
Dybala dejó al Barcelona helado. Su primera parte fue para enmarcar. Fue un incordio constante y además marcó dos golazos que abrieron el camino de la victoria a la Juventus. Su pierna izquierda, como la de Messi, es exquisita. Y los golpes que dio al conjunto azulgrana con su bota, no los olvidarán en el cuadro italiano en mucho tiempo.
El primero, en el minuto siete, tras recoger un pase del colombiano Juan Guillermo Cuadrado desde la banda derecha. Dybala se revolvió dentro del área con un movimiento certero y, con un golpeo con efecto, sobrepasó a Marc-André ter Stegen por su palo largo. Esa fue su primera diablura.
La segunda no llegó mucho después. Concretamente, en el minuto 22. En esta ocasión fue el croata Mario Mandzukic quien le sirvió la pelota desde la banda izquierda. Su pase, raso atrás y al borde del área, lo golpeó Dybala con un efecto endiablado que dejó de nuevo a ter Stegen sin argumentos.
Ya encumbrado con esas dos acciones, se esperaba la respuesta de Messi. El argentino intentó iluminar a su equipo y dio un pase magistral a Andrés Iniesta, que no pudo marcar por culpa de una mano salvadora de Gianluigi Buffon. Ese fue el instante Messi, que casi siempre aparece aunque el Barcelona esté mal. Pero no hubo muchos más.
Con información de EFE