El Mundial de Clubes de Japón 2016 ha echado el cierre con un nuevo título para el Real Madrid, que se impuso al Kashima Antlers japonés en la final por 4-2, y entregó el testigo a Emiratos Árabes Unidos, que volverá a albergar el torneo siete años después.
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En el estadio Internacional de Yokohama se escenificó la entrega del testigo a un país que será la sede del Mundial en 2017 y 2018, y que ya organizó la competición en 2009 y 2010.
«La Copa Mundial de Clubes de la FIFA, un torneo que encanta y con el que disfruta gente de todo el globo, se celebrará ahora en Emiratos Árabes Unidos durante los dos próximos años. Ya hacía siete que Emiratos Árabes no lo organizaba, y estoy convencido de que los aficionados emiratounidenses estaban esperando a que volviese», indicó Kohzo Tashima, presidente de la Federación Japonesa de Fútbol.
Poco antes del saque inicial de la final de 2016, Tashima, el secretario general adjunto de fútbol de la FIFA, Zvonimir Boban, y el jefe de competiciones de la FIFA, Colin Smith, dieron la bienvenida a los invitados del Comité Organizador Local de Emiratos Árabes Unidos para la Copa Mundial de Clubes de la FIFA 2017.
Tashima entregó una camiseta protocolaria al director del torneo de 2017, Aref al Awani, como símbolo de la entrega del testigo de la organización del Mundial.
El Barcelona y el Inter de Milán se proclamaron campeones en Abu Dabi en 2009 y 2010, al imponerse en las finales al Estudiantes argentino (2-1) y al Mazembe congoleño (3-0), respectivamente, reseñó EFE