Cientos de aficionados recibieron hoy en el aeropuerto moscovita de Sheremetyevo a parte del equipo nacional ruso que participó en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que concluyeron en el cuarto lugar, tras lograr 56 medallas, 19 de ellas de oro.
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Aunque el avión llegó procedente de Brasil con más de cuatro horas de retraso, debido a la carga que soporta estos días el aeropuerto de Río, los seguidores de los olímpicos rusos esperaron pacientemente a sus ídolos.
Uno por uno, todos los medallistas que llegaron a Moscú en el primer avión (el segundo aterrizará en Sheremetyevo horas más tarde), fueron presentados por el presidente del Comité Olímpico de Rusia, Alexandr Zhúkov, que destacó la excelente actuación de los deportistas a pesar de todas las dificultades.
Porque aunque la tensión en la que se vio inmerso el equipo olímpico ruso en las semanas e incluso días previos al arranque de los Juegos Olímpicos fue de infarto, la selección compitió de manera más que digna, según han coincidido tanto los expertos como los cargos públicos rusos.
Rusia repitió el cuarto lugar de Londres 2012 en la clasificación no oficial por países a pesar de que todo el atletismo ruso, salvo una única deportista, fue expulsado de Río tras la publicación del controvertido Informe McLaren, que acusó al Estado ruso de promover y encubrir el dopaje masivo entre los deportistas rusos.
Tampoco los remeros y los levantadores de peso pudieron viajar a Brasil, y aun así, el ministro de Deportes ruso, Vitali Mutkó, y el primer ministro del país, Dmitri Medvédev, calificaron de éxito la participación de Rusia en los Juegos.
Algunos deportistas rusos, en particular los nadadores con especial énfasis en Yulia Efímova, fueron abucheados durante las primeras jornadas de los Juegos Olímpicos, pero las críticas fueron amainando según avanzaba la competición.
El olimpismo ruso se llevó otro mazazo hoy mismo, al confirmarse la expulsión de todo el equipo nacional de los Juegos Paralímpicos.