El seis veces medallista de oro olímpico Ryan Lochte y tres nadadores estadounidenses más fueron asaltados la madrugada de este domingo- 14 de agosto-; cuando el taxi en que iban fue detenido por hombres que se hicieron pasar por policías y a punta de pistola les quitaron dinero y otros objetos personales.
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Junto a Lochte, de 32 años, iban Gunnar Bentz, Jack Conger y Jimmy Feigen. Ninguno de ellos sufrió heridas y todos están a salvo en la Villa Olímpica, informó el Comité Olímpico de los Estados Unidos a través de un portavoz, Patrick Sandusky.
«Los individuos que se hicieron pasar por policías armados exigieron el dinero de los atletas y otras pertenencias personales», añadió la fuente tras enfatizar que Lochte, Bentz, Conger y Feignen están dispuestos a «cooperar con las autoridades».
Los nadadores asistieron la noche del sábado -13 de agosto- a una fiesta en el Club de France, la casa de la hospitalidad francesa establecida en el elegante sector de Lagoa, en Río de Janeiro, para los Juegos Olímpicos.
En la madrugada, cuando regresaban a la Villa, se produjo el asalto.
En principio, un portavoz del Comité Olímpico Internacional declaró como «absolutamente falso» el rumor que se venía divulgado en la mañana del domingo.
Pero el pronunciamiento del Comité Olímpico estadounidense surgió poco después de que Ileana Lochte, madre del nadador que atesora en total doce preseas olímpicas, dijo al canal Fox Sports que él le había llamado para comunicarle lo sucedido.
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Los ladrones «simplemente tomaron sus carteras», precisó la madre de Lochte, cuya participación en Río de Janeiro le produjo una medalla de oro en el estilo libre de 4×200 metros, además de un quinto puesto en los 200 metros combinados.
Bentz y Conger participaron en las eliminatorias de estilo libre en relevo 4×200 metros. Feigen hizo lo mismo en el relevo 4×100 metros.
En otros hechos denunciados durante los Juegos de la XXXI Olimpiada un autobús que transportaba periodista sufrió la rotura de algunos vidrios como consecuencia de un ataque con piedras, y dos dos entrenadores del equipo de remo de australia fueron golpeados para despojarlos de sus pertenencias.
Pero el hecho más grave ocurrió el 11 de agosto cuando tres policías que integraban la fuerza de seguridad para el certamen fueron atacados al entrar por error en un peligrosa favela y uno de ellos murió por un balazo en la cabeza.