Quién hubiera pensado que la foto entre un joven soñador y una megaestrella de la natación en 2008 hoy se convertiría en viral y que retrataría a la perfección el camino de despedida de uno y la asunción de otro. ¿Los protagonistas de dicha imagen? Michael Phelps y Joseph Schooling.
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En el mismo año en que el Tiburón de Baltimore se quedó con ocho medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Beijing, el oriundo de Singapur decidió iniciar su camino dentro del deporte y conoció a su máximo ídolo.
Pero ahora, la historia es totalmente diferente. El joven, de 21 años, dio el golpe en la final de 100 metros mariposa, y le arrebató la gloria al estadounidense, al marcar un tiempo de 50.39 segundos y romper todos los registros. El fanático se convirtió en verdugo y le quitó la posibilidad a Phelps de obtener su quinta presea dorada en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro.
La carrera fue algo atípica, ya que la medalla de bronce quedó vacante y el segundo lugar fue ocupado por el de Estados Unidos, junto al sudafricano Chad le Clos y el húngaro Laszlo Cseh, todos con 51.14 segundos. Fuente: Con información de Infobae