La judoca brasileña Rafaela Silva, campeona en la categoría de menos de 57 kilogramos, dio este lunes a al país anfitrión su primera medalla en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro al derrotar en la final a Sumiya Dorjsuren, representante de Mongolia.
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Rafaela Silva, campeona del mundo en 2013 en la ciudad brasileña, ratificó en la jornada de hoy su idilio con Río de Janeiro, de donde es natural y donde sumó el mayor éxito olímpico de su carrera.
La brasileña, novena clasificada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012, confirmó su crecimiento sobre el tatami del Carioca Arena 2, donde festejó el primer oro de la delegación anfitriona.
Para merecer su plaza en lo más alto del podio Rafaela Silva, de 24 años, derrotó en su primer combate a la alemana Miryam Roper. A continuación doblegó a la coreana Jandi Kim.
En cuartos de final se deshizo de la húngara Hedvig Karakas y, con su triunfo en semifinales ante la rumana Corina Caprioriu, se ganó la opción de competir por el oro.
La final, ante la representante de Mongolia Sumiya Dorjsuren, cayó a su favor gracias a un solitario waza-ari.
Las dos medallistas de bronce fueron la portuguesa Telma Monteiro y la japonesa Kaori Matsumoto, campeona olímpica en Londres 2012.
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En la categoría masculina de menos de 73 kilogramos, por su parte, el nuevo campeón olímpico es el japonés Ono Shohei, vencedor asimismo de los Campeonatos del Mundo de 2013, en Río de Janeiro, y de 2015, en Astana (Kazajistán).
El asiático ejecutó un Ko-uchi-makikomi y, con un ippon, resolvió de definitivo combate por el título ante el azerbaiyano Rustam Orujov. Los medallistas de bronce fueron el georgiano Lasha Shavdatuashvili y el belga Dirk van Tichelt.
Fuente: EFE