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El paracaidista Luke Aikins, pasó a la historia al ser el primer hombre en saltar desde 7.600 metros sin paracaídas y caer en una red.
La proeza tuvo lugar en California, Estados Unidos y el saltador viajó a una velocidad de de 193 kilómetros por hora, en caída libre.
«Ha sido increíble», dijo Aikins tras finalizar una gesta que llevaba preparando durante más de 18 meses. Su mujer, Monica, respiró aliviada tras comprobar que la misión había sido un éxito.
«Estoy casi levitando, es increíble», dijo después del salto, este sábado, a la cadena de televisión local Fox, que lo retransmitió en directo. Nada más completar su hazaña, Aikins abrazó a su mujer y a su hijo y se mostró muy satisfecho por lo que había conseguido. «Todos hemos soñado con volar», dijo.