Desde que se convirtió en entrenador, Josep Guardiola se ha caracterizado por ser un hombre organizado y metódico. No deja nada al azar. Trabaja día y noche para perfeccionar su equipo. Tras su arribo al Manchester City, el entrenador español tomó su primera decisión de peso: prohibió las pizzas y toda la comida chatarra para sus jugadores en el vestuario.
Según informa el diario inglés The Sun, el nuevo entrenador del City quiere controlar la alimentación de sus jugadores y al parecer, durante la gestión del técnico chileno Manuel Pellegrini era común que comieran en el vestuario antes y después de los partidos cualquier tipo de alimentos. En especial la comida chatarra.
Pep quiere imponer una nueva modalidad en el club y es que tras los partidos que el City dispute como local en el Etihad Stadium, los jugadores se queden a cenar en el restaurante del estadio. En primer lugar para garantizar que ingieran los alimentos apropiados tras la competencia y también para fomentar la unión del grupo.
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El diario inglés señala que las esposas de los jugadores serían las más afectadas, por lo que sus esposos tendrán que convencerlas de que habrá otros días para cenar en familia.
Guardiola había logrado implementar esta medida en las tres temporadas que estuvo en el Bayern Múnich. En Alemania no tuvo problemas. Así empieza la era del estratega catalán en el City, equipo con el que está obligado a pelear por el título de la Liga Premier y a hacer una gran presentación en Champions.
