A continuación detallamos la nota del diario Marca de España que destaca los logros del Independiente del Valle…
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«Futuro campeón del fútbol ecuatoriano«. Ese es el slogan que acompaña a Independiente del Valle. El plan era ese -lo sigue siendo-, un proyecto de futuro con el sueño de alcanzar el torneo local a largo plazo. Pero este equipo ha sido como un niño prodigio. Se adelantó a todo. El primer título que peleará no es el del Campeonato Ecuatoriano sino el de la Copa Libertadores.
Un sentimiento colectivo
El 14 de abril, en su tercera participación copera, el equipo del valle lograba el paso a octavos de final por primera vez en su historia. Fue con un empate sin goles visitando a Colo Colo. Desde ese día cuenta con un optimismo colectivo muy especial, por ser el único equipo ecuatoriano que superó la fase de grupos, y sobre todo, porque la unión de el país, abatido por el terremoto del 16 de abril, se volcó hacia el club cuando ofreció donar toda su taquilla a los afectados.
Con la solidaridad como amuleto, Independiente eliminó al último campeón de la Copa, River Plate. Ganó en Quito por 2-0 y aguantó, de la mano de su portero, Librado Azcona, el vendaval que fue River en Buenos Aires. Después, en penales y de nuevo gracias a su guardameta, dejó fuera al Pumas mexicano. En las semifinales, otro monstruo, Boca Juniors. Al equipo de Maradona le sorprendió un cuadro joven y para no perder la costumbre, el portero. Tanto se lució que tras atajar un penal a Lodeiro, el presidente Rafael Correo tuiteó: «Azcona Presidente».
Un renacido
Hace diez años este equipo se llamaba Independiente José Terán, en honor a su fundador. Destacaba en la Liga de Sangolquí, un valle a 10 kilómetros de Quito. José Terán soñó antes que cualquiera con las hazañas de este club. Lo fundó en 1958, junto a un grupo de amigos, pero falleció antes de poder verlo, en 1975. A él le gustaba el Independiente de Avellaneda argentino, y por eso bautizó al club del valle con ese nombre.
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En 2006, un grupo de empresarios, liderados por Michel Deller, compró el equipo para arrancar un ambicioso proyecto basado en la cantera. Encontrar talentos, formarlos, desarrollarlos y venderlos, esa es la política. Pero en ese camino los resultados han sorprendido gratamente. Cuando fue comprado, el equipo jugaba en Segunda. En cuatro años atravesó esa categoría y luego Primera B.
El 6 de febrero de 2010 debutó en Primera y en sólo seis años, casi sin planteárselo, con un equipo que se valora en 17 millones de euros y tiene una media de edad de 24 años, ha logrado quedar a un paso de la máxima aspiración que un club puede tener en Sudamérica.
Atlético Nacional de Medellín, que ya fue campeón de la Libertadores en 1989, es la prueba final de este niño prodigio, que hace tres meses no alcanzaba los mil hinchas, pero que hoy tiene a 14 millones de ecuatorianos diciendo: «Todos somos Independiente».
Donó la taquilla a las víctimas del terremoto
Independiente del Valle no es un club histórico en Ecuador, de hecho lleva pocos años en la élite, pero sin embargo sus partidos en Copa Libertadores se han contado por llenos. El equipo se vio obligado a abandonar su estadio, el Estadio General Rumiñahui, por el Atahualpa por exigencias de la Conmebol. De una capacidad de 7233 aficionados a otro de 38500, y sin embargo nunca tuvo problemas de afluencia de público. ¿La razón? Que el club se comprometió a donar todo el dinero de las entradas a las víctimas del terremoto que sacudió Ecuador el 16 de abril, poco antes del partido de ida ante el club argentino.
Las claves del club
Llega a la final con el palmarés a cero: Independiente del Valle no tiene ningún título en su vitrina y, de hecho, esta será la primera final de su historia. Lleva seis años en Primera y aunque en las últimas tres campañas ha estado cerca, no ha conseguido jugar fases finales en Ecuador.
Su hinchada no supera los mil aficionados: Nunca ha llenado el estadio de Rumiñahui con sus propios hinchas. 7.500 es el aforo del escenario, pero la afición negriazul no llega a los mil. El equipo tampoco tiene socios ni abonados. Muchos de los asistentes a sus partidos son hinchas de otros clubes que gustan del buen fútbol que practica el cuadro de Repetto.
El tercera ecuatoriano en una final de la Libertadores: Tras Barcelona SC, que perdió las finales de 1990 y 1998, y Liga de Quito, campeón de 2008, Independiente es el tercer equipo del país que se clasifica para una final.