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Marco Sandoval forma parte esencial de la familia del Independiente del Valle, antes conocido como Independiente José Terán. Don José Terán, fundador del equipo, fue concuñado de Marco y juntos han estado pendientes del desarrollo de este club que ahora se codea con los más grandes del fútbol continental. Él cuenta a Metro cómo se formó este equipo.
¿Cómo surge la idea de formar el Independiente del Valle?
En pleno pueblo de Sangolquí había un grupo de artesanos de la zapatería. Ellos trabajaban duro para cumplir con las entregas de zapatos a los mejores almacenes de Quito. Una noche se habían quedado laborando hasta bien tarde y fue cuando decidieron formar un equipo de fútbol familiar para representar a esta pequeña ciudad.
¿En que año se dio la fundación del equipo? ¿Por qué deciden llamarlo Independiente?
La fundación del equipo fue en los primeros días de marzo de 1958. En aquellos tiempos a la zapatería de don Pepe Terán llegaba siempre la revista El Gráfico con las noticias más calientes del fútbol argentino. De ahí se decide tomar el nombre del Independiente de Avellaneda, ya que siempre hacía noticia de fútbol y gloria. Inspirados en ese equipo también sacaron los colores y el sello del Independiente del Valle.
Da nostalgia que Pepe Terán no esté en esta tierra para presenciar lo que vive el equipo actualmente…
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Ellos siempre dijeron que Independiente llegaría a ser grande y soñaron en un partido de estos como ante Boca Juniors. Estoy seguro que lo verán desde el cielo. Yo en la edad que tengo, gracias a Dios he podido asistir a grandes partidos del equipo este año. Fui a Buenos Aires a ver el juego ante River Plate y fui a México a mirar el partido ante Pumas. Estoy muy feliz por ello.
¿Cómo fueron esas experiencias?
Inolvidables. Recuerdo que en Argentina éramos un puñado de 100 hinchas de Independiente incluso con varios niños y jóvenes de la Academia de Fútbol IDV en medio de 65.000 almas gritando por River a todo pulmón. Cuando acabó el juego y ese estadio estaba hecho un cementerio, no podíamos creerlo. Mi corazón ya no daba más de satisfacción.
¿Si Independiente se consagra campeón de América, cómo lo tomaría usted?
Ahorita ya me siento orgulloso y satisfecho. Estamos entre los cuatro mejores de América. No sabe cuántas lágrimas han corrido por nuestras mejillas por el Independiente. Fueron 15 años que lo mantuvimos en segunda categoría sin dejar que desaparezca y un día lo subimos a la serie de privilegio con el esfuerzo de gente buena, pero esencialmente la lucha de cuatro familias de Sangolquí. Si somos campeones, ya me puedo ir tranquilo cuando me toque el turno.