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Islandia sorprendió a todo Europa al eliminar a Inglaterra en los octavos de final de la Eurocopa 2016. El debutante equipo ya había causado sensación en la fase de grupos al avanzar en el segundo lugar y desplazar a Portugal al tercer puesto, pero siguieron haciendo historia en la fase de los dieciséis mejores con su victoria por 2 a 1 ante los ingleses.
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Al momento del pitazo final, los seleccionados del pequeño país no podían creer lo que estaban viviendo y fueron rápidamente a celebrar donde sus hinchas que estaban en el estadio, quienes están disfrutando con todo el histórico momento de su selección.
Y como fue tradición en la fase de grupos, el capitán de Islandia, Aron Gunnarsson, comandó el grito de guerra que ya han convertido en la sensación de los estadios franceses y que también se repitió en tierras islandesas con los hinchas que estaban viendo el partido en las pantallas gigantes que se dispusieron en las ciudades.
Un ritual que comienza con dos toques en un tambor de guerra, seguido por un «¡uh!» y un aplauso. Luego viene un silencio con los hinchas y jugadores alzando sus brazos al aire, un nuevo toque de tambor y el «¡uh!» de los fanáticos. Un rito que va aumentando en velocidad, que intimida a los rivales y que se escuchó más fuerte que nunca tras la victoria ante Inglaterra.
Un grito de guerra que hace parecer aún más vikingos a los islandeses y que nadie tiene muy claro su origen, pero que se ha convertido en sensación y se ha vuelto una verdadera forma de intimidar a sus rivales.
Lo cierto es que el «¡uh!» viene de la forma que tienen de cantar en un club del fútbol islandés, tal como reveló el técnico ayudante Heimir Hallgrimson. «Si da miedo, seguro que lo seguiremos haciendo», dijo entre risas el coestratega de Islandia, quien dirige a la sorprendente selección junto a Lars Lagerback.
Seguramente el próximo domingo, cuando enfrenten al local Francia por los cuartos de final, querrán hacerse sentir más fuertes que nunca para seguir marcando la historia futbolística de su país y también en el Viejo Continente.