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LeBron James saldó la deuda que tenía pendiente con Cleveland Cavaliers. «The King» le dio el primer título de la NBA de su historia a la franquicia que lo eligió en la primera selección del draft de 2003.
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James fue elegido el MVP de las finales, pues con una gran actuación guió a los «Cavs» a una voltera de ir perdiendo 3-1 a vencer a Golden State Warriors cuatro partidos ganados a tres.
LeBron no festejó como lo hizo en 2012 y 2013, cuando se coronó con Miami Heat. El fin de semana vimos a un basqutbolista con el sentimiento hasta las lágrimas que conmovió a propios y extraños.
Las imágenes del considerado basquetbolista más dominante de la actualidad rodeado y abrazado por sus compañeros de equipo, mientras el hombre de 2.03 metros (seis pies y ocho pulgadas) y 113 kilogramos (249 libras) mostraba su sentir rápidamente se volvieron virales en las redes.
Tanto fue la popularidad de LeBron y sus lágrimas que algunos usuarios aseguraron que el popular meme de Michael Jordan llorando cuando fue exaltado al Salón de la Fama en 2009, conocido como «Crying Jordan» tiene un sucesor con el «Crying LeBron».
Las imágenes hubieran sido inimaginables hace apenas seis años cuando LeBron decidió abandonar Cleveland para integrar el potente Miami Heat, donde tendría compañeros que le facilitarían su hambre de títulos. Chris Bosh y Dwyane Wade formarían junto a «The King» una terna que alcanzaría los campeonatos de 2012 y 2013.
Los hinchas de Cleveland llamaron traidor a James y salieron a las calles a quemar sus jerseys.
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Pero el principio de la reconciliación llegaría en 2014, cuando de forma sorpresiva el basquetbolista de 31 años anunció su vuelta al equipo en el que debutó como profesional para darle el primer campeonato de su historia.
Ya en la temporada pasada habían caído con Golden State y en esta campaña cuando parecería que de nueva cuenta se quedaría en la orilla dieron una remontada nunca antes vista en la NBA.
Un promedio en las finales de 29.7 puntos, 11.3 rebotes y 8.9 asistencias; y un triple doble en el duelo definitivo, con 27 puntos, 11 rebotes y 11 asistencias dieron a LeBron James su tercer MVP en la última instancia y un lugar en la historia.