El delantero uruguayo Luis Suárez, que se enfadó en el duelo ante Venezuela por no saltar al césped en el segundo periodo en sustitución de un compañero, fue inscrito como jugador lesionado en el acta oficial, lo que según el reglamento de la Copa América le impedía jugar.
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Las imágenes de televisión recogieron el enfado del ariete del Barcelona en el minuto 80 al ver que no era el futbolista elegido para ingresar al campo en el tercer cambio del conjunto charrúa.
Suárez le pidió explicaciones al ayudante de Oscar Tabárez, golpeó la caseta del banquillo y se quitó de mala gana el peto que llevaba mientras calentaba detrás del arco de Fernando Muslera.
Probablemente el jugador desconocía que no estaba habilitado para jugar porque había sido inscrito por los responsables de la Celeste como lesionado.
Según informaron fuentes de la organización del torneo, ese tipo de inscripción supone que el futbolista puede calentar con sus compañeros, sentarse en el banquillo, ser sancionado por el árbitro y ser seleccionado para pasar el control antidopaje, pero no está facultado para disputar ni un solo minuto de juego.
Tabárez había anunciado un día antes que la participación de Suárez en el compromiso estaba totalmente descartada porque el jugador todavía está en pleno proceso de recuperación de la lesión muscular que sufrió hace algunas semanas con su club.
La reacción de Suárez, sin embargo, hace suponer que no estaba al tanto de la situación y que confiaba en saltar al césped en los últimos minutos para tratar de conseguir el gol del empate uruguayo, en un partido que su selección perdió por 0-1, lo que ha supuesto la eliminación del torneo.
En la rueda de prensa posterior al choque, Tabárez no dejó claro si el cuerpo técnico había comunicado a Suárez que no podía jugar, ni por qué lo habían mandado a hacer el calentamiento junto a los suplentes.