El delantero uruguayo Luis Suárez calentó pero jamás saltó al terreno de juego, en el partido entre su selección y la de Venezuela, cuando el marcador era de 0-1 para el equipo venezolano, resultado que al final resultó definitivo y el delantero charrúa mostró su enfado por no ser utilizado. Así lo demostró cuando, tras el calentamiento, regresó al banquillo, donde mostró su estado de ánimo con un puñetazo contra el lateral de la banca y su malestar con palabras dirigidas hacia la parte del banquillo donde estaban los técnicos de la selección.
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