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Este 24 de marzo, el fútbol perdió a uno de los mejores jugadores de la historia: Johan Cruyff.
El holandés será recordado como un referente del balompié a la altura de Pelé y Diego Armando Maradona; es más, «El flaco» fue ubicado como el segundo mejor futbolista del Siglo XX por la Federación Internacional de Historia y Estadística (IFFHS), solo detrás de «O Rei».
Cruyff falleció a los 68 años, víctima de cáncer de pulmón. Pero deja una huella imborrable en el mundo del balompié.
El chico de barrio que antes de brillar en el Ajax cuidaba el vestidor y era limpiabotas del equipo holandés, fue capaz de triunfar como futbolista y director técnico, algo que no lograron Pelé y Diego Armando.
Como seleccionado holandés será recordado como el principal exponente de la corriente llamada «Fútbol Total». Fue el protagonista de la «Naranja Mecánica», que logró el subcampeonato en el Mundial de Alemania 1974 y revolucionó el fútbol haciendo que todos los jugadores se movieran con mayor velocidad y libertad a lo largo y ancho del terreno de juego.
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También a Johan se le acredita desde el banquillo la revolución del fútbol del Barcelona que llevó a la Copa de Europa y Supercopa de Europa en 1992.
La filosofía de Cruyff es seguida en la actualidad por Josep Guardiola. El actual entrenador del Bayern Múnich no ha ocultado su admiración por el holandés.
«Fue mi motivación como futbolista y como entrenador. Él construyó una catedral y nosotros solo la hemos cuidado», dijo en alguna ocasión Pep sobre el estilo de juego que practica. La admiración era mutua: «Guardiola es mi mejor alumno», respondió Johan.