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Varios medios estuvieron al acecho para lograr conversar con el actual técnico de la Selección de Chile, Juan Antonio Pizzi, en las puertas del estadio del FC Barcelona, en la victoria de los culés 6-1 sobre Celta de Vigo.
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Lo normal sería que el DT fuera invitado a la tribuna de autoridades, más aún siendo un exfutbolista de los blaugrana. Faltando un cuarto de hora para el comienzo del partido entre el Barcelona y Celta, curiosamente entró al recinto deportivo como un espectador más.
Rápidamente bajó por las escalinatas para sentarse en la platea lateral baja del estadio hacia el fondo sur, logrando mimetizarse entre los cerca de 80 mil espectadores que acudieron al partido.
Uno de los objetivos de Pizzi era ver el accionar de los celtistas Pablo Hernández (jugo 65’), Marcelo Díaz (25’) y Orellana que no intervino por sanción jugadores posibles para la nueva convocatoria de la “Roja”.
Lo más importante era conversar con el capitán de la Selección chilena, Claudio Bravo, que estuvo soberbio al contener dos tiros que buscaban el fondo de su portería, cosa que no pudo evitar desde los 12 pasos para mantener su valla imbatida. .
El “Macanudo”, como llaman cariñosamente a Pizzi en Barcelona, se retiró de su lugar a falta de cinco minutos para el término del partido, cuando comenzó a llover en la ciudad condal.
«No estoy autorizado para dar entrevistas”, nos respondió sin detenerse, “Es un acuerdo con la Federación”. Siguió su camino para perderse entre la muchedumbre que abandonaba el estadio.