Brayan López Laboriel es un joven hondureño de 21 años de edad. López, a los seis meses, perdió a su madre y nunca supo de su padre. A López lo crió su abuela. López siempre quiso ser futbolista, pero no lo logró.
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El 9 de febrero del 2011, López conoció a Walter Ayoví Corozo cuando Ecuador jugó un amistoso contra Honduras, previo a la Copa América Argentina 2011. Después de ese suceso, el elemento del Pachuca de México lo acogió y lo ayudó económicamente.
Pasó el tiempo y Michael Arroyo lo recibió y ahora es uno de sus mejores amigos. Arroyo paga un departamento para que Bryan pueda vivir ahí, en México DF. Además, el mundialista tricolor lo lleva a los entrenamientos del América todos los días.
López, en declaraciones a los medios de información que lo han entrevistado para que la gente conozca su historia, reveló que Ayoví y Arroyo han sido como ángeles para él. También, éste confeso que se lleva muy bien con todos los jugadores de las ‘águilas’ y a veces entrena con las reservas del club.
Fuente: StudioFútbol