"Akiya" es la palabra japonesa para referirse a una casa abandonada.
PUBLICIDAD
Y como en la tercera mayor economía del mundo hay más de ocho millones de este tipo de viviendas -según cálculos oficiales-, municipios de zonas rurales han comenzado a venderlas a precios extremadamente bajos o incluso a regalarlas.
Las casas gratuitas son propiedades viejas que suelen estar deterioradas y que, para volver a ser habitables, requieren inversión por parte de los nuevos propietarios.
Este fenómeno solía ocurrir en zonas del campo afectadas por una fuerte migración hacia los centros urbanos, pero en los últimos años también se ha expandido a suburbios de grandes ciudades.
Por eso han proliferado sitios web que ofrecen este tipo de propiedades. Según un informe del centro de estudios Fujitsu Research Institute, para el año 2023, la cantidad de casas abandonadas podría llegar a un 20% del total de viviendas en el país.
"Sin duda las casas vacías se volverán un problema más grave en el futuro", señala la publicación.
A los gobiernos locales les preocupa la situación, porque no reciben el pago de impuestos por esas propiedades y porque cuando las casas llegan a un nivel de deterioro demasiado elevado, pueden transformarse en un peligro por eventuales derrumbes, además de los problemas de higiene o vandalismo asociados a los sitios en abandono.
Muchas casas quedan deshabitadas porque los dueños mueren o porque se van a vivir a otros lugares, dado que sus ingresos no son suficientes.