"Fue la peor pesadilla de mi vida".
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Así describió Liz Carlson el hallazgo de 145 ballenas varadas y moribundas en una remota playa de Nueva Zelanda.
La bloguera estadounidense estaba haciendo una caminata de cinco días con su amigo Julian Ripoll en la isla Stewart cuando se toparon con esta escena desoladora.
Habían planeado una travesía por la extensa playa desierta. En medio de la excursión, descubrieron al grupo de ballenas al borde de la muerte.