La salida fue en la madrugada. Con mochilas, bolsos, carriolas para los niños, más de 3.000 personas que forman parte de la primera caravana migrante abandonaron el estadio donde permanecieron una semana en Ciudad de México.
PUBLICIDAD
En menos de una hora el enorme campamento quedó prácticamente vacío. Sólo permanecieron unas 50 personas enfermas o que decidieron quedarse en este país.
El grupo salió de Honduras el pasado 12 de octubre, y en su camino hacia el norte se les unieron cientos de personas de El Salvador y Guatemala.
Los primeros grupos llegaron a la capital mexicana el 5 de noviembre. Una semana después la mayoría decidió reiniciar el viaje hacia Tijuana, Baja California.
Un camino de 2.800 kilómetros hacia el noroeste de México que en automóvil se recorre en 31 horas.
La caravana puede tardar varios días en llegar, pues la mayor parte de los niños, mujeres adolescentes y adultos jóvenes van caminando. A veces consiguen que algún vehículo transporte a grupos pequeños.