Vincenzo Iaquinta, exinternacional con Italia y exjugador de la Juventus, fue sentenciado a dos años de prisión por delitos relacionados con tenencia ilegal de armas.
La decisión judicial se conoció el miércoles en el marco de un juicio contra la mafia, considerado el más grande de su tipo en el norte de Italia y en el que 120 personas fueron declaradas culpables.
El deportista de 38 años, que alzó la Copa del Mundo en 2006, fue una de las 148 personas procesadas por supuestos vínculos con la "Ndrangheta", una red mafiosa que opera en el sur de Italia.
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Los cargos de que Iaquinta presuntamente estaba relacionado con la organización criminal fueron desestimados por el juez.
Sin embargo, su padre, Giuseppe, fue declarado culpable y fue sentenciado a 19 años de prisión.
"Ridículas, vergonzosas"
Tras el juicio, se determinó que Iaquinta le entregó ilegalmente dos armas a su padre, sobre quien pesaba, en el momento de la entrega, una prohibición de portar armas de fuego.