Zapatillas, tenis, bambas, championes, maripis, zapatos de goma… el calzado deportivo tiene muchísimos nombres en diferentes países, pero lo que es igual en todos es su enorme popularidad.
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La Real Academia Española (RAE) las llama "zapatillas de deporte" y las define como un "calzado hecho generalmente con piel o lona y suela de goma, que se ata con cordones o se sujeta con velcro, y se usa para practicar algunos deportes".
Pero lo cierto es que el origen de este calzado no tuvo que ver con el deporte.
"Surgieron como un objeto de ostentación y para mostrar estatus", le contó al programa de la BBC "The Why factor" Elizabeth Semmelhack, curadora del Museo del calzado Bata en Toronto, Canadá.
Según Semmelhack, todo comenzó con la goma.
"No puedes tener un par de zapatillas sin goma. Pero fue recién a comienzos del siglo XIX que investigadores tanto en Estados Unidos como en el Reino Unido encontraron aplicaciones útiles para la goma", explicó.
"Finalmente fue Goodyear el que agregó calor y azufre al látex líquido y eso logró que se estabilizara".
"La era industrial trajo el surgimiento de una nueva clase social: la clase media, que gracias a su éxito económico ahora podía tener tiempo libre. Y querían mostrar que tenían ese tiempo libre", señala la experta.