"¡Que viene el mar! ¡Que viene el mar!".
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Con este grito desesperado, muchos vecinos de Mayagüez, en el oeste de Puerto Rico, alertaron de la llegada de un tsunami el 11 de octubre de 1918.
Solo cuatro minutos antes, la isla entera se había estremecido por los temblores del que se considera el terremoto más mortífero en la historia del país.
Según los reportes, un total de 116 personas murieron como consecuencia de ambos desastres, 40 de ellas ahogadas por el maremoto.