Muchos bisexuales, de ambos sexos, tienen que enfrentar la hostilidad dentro de la comunidad LGBT y son víctimas de lo que califican como una narrativa ofensiva en la que se les acusa de estar "en camino a convertirse en homosexuales".
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Esa es la denuncia que realiza en Reino Unido, la organización de caridad Stonewall: muchos bisexuales sienten que su sexualidad es vista como "codiciosa" y "fetichizada".
Cuando Katie Salmon abandonó el programa británico de telerrealidad Love Island, en 2016, tras haber constituido, junto a Sophie Graydon, la primera relación amorosa del mismo sexo en la historia del concurso, no estaba segura de cuál sería la reacción de su familia.
Pero lo que nunca esperó fue recibir la bifobia de la propia comunidad LGBT en Liverpool, cuenta.
Muchos de sus miembros la acusaron de hacerlo simplemente como una estrategia publicitaria.
"Sentí como que todos dudaban (de que fuera bi), que me estaban criticando", le dice Salmon al programa de la BBC Victoria Derbyshire.
De todos los mensajes que recibió, recuerda, ese fue el que "más me dolió".
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"Honestamente estaba muy molesta porque no me apoyaron, era mi propia comunidad. Qué habrían sentido quienes tenían nerviosismo de salir (revelar su sexualidad)".
"Algo sexual"
Salmon también cuenta que su sexualidad ha sido socavada por hombres que ven un fetiche en el hecho de que ella se siente atraída hacia las mujeres.