9:56 de la mañana del martes. Faltan 4 minutos para que abran los mercados. Es día laborable, pero Argentina despierta como en feriado por un paro nacional; el cuarto en contra de Mauricio Macri.
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El presidente entra a la Asamblea General de las Naciones Unidas después de una noche neoyorquina en la que fue premiado, bailó y dio un alegre discurso.
Y, de repente, del Banco Central de la Nación publica un comunicado que toma a todos por sorpresa: renunció su presidente, Luis "el Toto" Caputo.
"Esta renuncia se debe a motivos personales, con la convicción de que el nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) restablecerá la confianza acerca de la situación fiscal, financiera, monetaria y cambiaria", se lee en el oficio.
Caputo, experto en finanzas y amigo y compañero de colegio de Macri, llevaba tres meses en el cargo, tiempo en el que el peso argentino perdió 25% de su valor.
Había llegado para dar señales a los mercados en medio de una crisis de confianza de un país que no logra salir de sus vaivenes económicos y ha visto su moneda caer un 50% en un año.
Se espera que esta semana se anuncie un nuevo acuerdo con el FMI, entidad que en mayo había acordado prestar US$50.000 millones al país y ahora está por dar un adelanto.
La pregunta es bajo qué requisitos. Y también si, como dicen en la oposición, la salida de Caputo era uno de ellos.