Las enormes cifras de muertes que alguna vez ocuparon los titulares se están convirtiendo en algo habitual en Afganistán, mientras el Talibán y otros grupos militantes exhiben su fuerza frente a un ejército respaldado por Estados Unidos que lucha por salir adelante.
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Según Dawood Azami, del Servicio Mundial de la BBC, no hay un final claro a la vista para una guerra que se ha convertido en un sangriento callejón sin salida.
¿Está el nivel de violencia cada vez peor peor?
Desde la invasión estadounidense en 2001, Afganistán nunca había sido tan insegura como ahora. El Talibán controla más territorio que en ningún otro momento desde la caída de su régimen, hace 17 años.
La de Afganistán ya es, de hecho, la guerra más larga en la historia de Estados Unidos.
Y con el paso del tiempo, el conflicto no solo se ha intensificado, sino que también se ha vuelto más complicado.
Los ataques son más grandes, más frecuentes y mucho más mortales. Ambos lados —el Talibán y el gobierno afgano respaldado EE.UU. y la OTAN— están tratando de sacar ventaja.