Cuando esta historia salió la luz, Chris Watts, un padre de 33 años, lloró en televisión pidiendo que encontraran a su esposa y sus dos hijas desaparecidas. Luego, los cuerpos de las menores aparecieron en tanques de petróleo, el de su esposa en una tumba y él fue acusado por homicidio en primer grado. Pero la truculenta historia dio un nuevo giro.
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Según una declaración jurada que realizó después del arresto, transcrita por el agente de policía Matthew James, Watts afirmó que después de decirle a su esposa, Shanann Watts, que quería separarse, ella mató a las niñas,
Watts precisó que "mientras estaba en el dormitorio, miró a través del monitor para bebés que estaba en la mesa de noche de Shanann, y observó a Bella ‘tendida’ sobre la cama, azul y a Shanann estrangulando a Celeste".
Por eso, "en un ataque de furia", mató a su esposa en su casa en el pequeño pueblo de Frederick, Colorado. Luego, cargó los cuerpos en su camioneta y los llevó al campo. La declaración jurada dice que Watts le dijo a la policía dónde podían ser encontrados los restos.
Chris Watts comparece este martes ante el tribunal para ser procesado por nueve cargos en total, entre los que se cuentan asesinato en primer grado, terminación ilegal de un embarazo -su esposa tenía 15 semanas de embarazo- y alteración de cadáveres humanos.