¿Accidentes geniales y casualidad en la ciencia? Si bien es cierto que "Dios no juega a los dados con el Universo", como dijo Albert Einstein, cuando se trata de entender cómo empezó todo, los cosmólogos ciertamente se beneficiaron de algunos golpes de suerte.
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El origen del Universo fue encontrado donde nadie lo estaba buscando.
E incluso antes del descubrimiento accidental de la evidencia crucial sobre el Big Bang o la Gran Explosión, otro hallazgo fortuito dio paso a la creación de la rama de la astronomía que posibilitó que la ciencia se topara con esas pruebas: la radioastronomía.
"En la década de 1930, los laboratorios Bell estaban tratando de crear radioteléfonos pero había una señal que estaba interfiriendo con sus transmisiones a través del Atlántico, así que le pidieron a Karl Jansky (físico e ingeniero de radio) que investigara", le cuenta a la BBC Sarah Bridle, profesora de Astrofísica de la Universidad de Manchester.
Más allá de nuestro sistema planetario
"Jansky elaboró un receptor de radio especial para captar ondas de radio desde todas las direcciones. Lo llamaban ‘el carrusel de Jansky’ porque rotaba para localizar los lugares de los que provenían esas ondas", cuenta Bridle.
"Eventualmente Jansky se dio cuenta de que venían de la constelación Sagitario, que es donde ahora sabemos está el centro de la Vía Láctea".
"Ese fue el primer descubrimiento de ondas de radio que venían de fuera de la Tierra y del exterior del Sistema Solar".
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Así nació la radioastronomía, con Karl Jansky como su padre.
Pero, ¿se puede decir que ese descubrimiento que abrió toda un área completamente nueva de exploración realmente fue una casualidad?
"Fue pura casualidad. ¡Él ni siquiera era un astrónomo!", exclama la astrofísica.
Más allá de nuestros límites
Este descubrimiento accidental fue increíblemente importante porque reveló todo un sector del Universo que había sido completamente invisible y desconocido para nosotros hasta entonces.
Fue como haber estado en una habitación con poca luz, mirando con asombro todo lo que puedes ver, y de repente alguien te da gafas de visión nocturna, como explica el astrónomo Nial Tanvir, quien ha hecho contribuciones importantes a la escala de distancias extragalácticas.
"Si vamos más allá de los límites de lo que vemos con nuestros ojos, en las energías bajas tenemos infrarrojo, microondas, radioondas; en la otra dirección están los rayos X y γ. Si usamos esos otros tipos de luz, usualmente nos encontramos con procesos más exóticos que lo que vemos con nuestros ojos".
Y el proceso exótico por excelencia, el origen del Universo en sí, fue comprobado gracias a este hallazgo fortuito: el Big Bang.