En el mundo del crimen organizado y las mafias, uno de los mayores "pecados" es la traición.
PUBLICIDAD
Aquel que se convierte en informante, o como le dirían en Colombia: sapo, de inmediato puede pasar a ser objeto de una feroz cacería.
Es por ello que los ajustes de cuentas son moneda común entre narcotraficantes, fundamentalmente en territorios como el colombiano.
Pese a ello, la justicia de Estados Unidos lleva décadas usando informantes para asestar golpes a las organizaciones que trafican sustancias ilícitas.
A cambio, estas personas pueden ser beneficiadas con penas benévolas en territorio estadounidense e incluso acceder a un programa de protección de testigos en el que obtienen una nueva vida a cambio de delatar a algún pez gordo del narco.