Aunque en las mujeres es una de las disfunciones sexuales más comunes, también los hombres pueden sufrir de anorgasmia, aunque en su caso este trastorno es mucho menos frecuente y difícil de diagnosticar. A continuación el testimonio de un hombre que lo padece.
PUBLICIDAD
Tengo mi propio apartamento en Leeds (Inglaterra). Tiene una sola habitación pero es muy agradable. Juego fútbol todos los miércoles con mis amigos y después vamos a tomar una cerveza.
Me encanta andar en bicicleta. Una vez participé en una carrera desde Londres a París para recaudar fondos de caridad. Y paso la mayoría de mis fines de semana en mi bicicleta. Uso un traje para ir al trabajo y cuando me veo en un espejo pienso: "Te ves tan normal…".
Pero no me siento normal.
Sufro de anorgasmia: la incapacidad de alcanzar un orgasmo, a pesar de estar estimulado. Es uno de los trastornos sexuales menos comunes en los hombres, aunque según algunas estadísticas sólo 25% de hombres llegan a un orgasmo en cada encuentro sexual.
La anorgasmia -en la que alguien nunca tiene un orgasmo con una pareja- puede ocurrirle a la gente por varias razones.
A veces es un problema físico, puede ser porque han tenido cirugía en la próstata. Pero a menudo, como me ocurre a mi, es psicológico.
PUBLICIDAD
Fui atacado sexualmente por un amigo de la familia cuando tenía 12 años, y creo que debido al trauma nunca he sido capaz de alcanzar un orgasmo con otra persona.
He comenzado a creer que nunca me ocurrirá. Y esto ha evitado que me involucre en relaciones serias desde que era un adolescente.
- "Quería suicidarme por mis problemas de erección": cómo es tener disfunción eréctil a los 16 años
- "Cuando tenía 20 años dejé de masturbarme durante un año": el joven que quiso descubrir si la abstinencia le traería algún beneficio
Cuando era más joven, pretendía que no importaba o me decía a mi mismo que en algún momento lo arreglaría. Llevaba a chicas a mi casa y teníamos sexo, pero eventualmente perdía mi erección y ambos nos sentíamos mal sobre ello.
O algunas chicas solían bromear que "se habían sacado la lotería" al encontrar a un hombre que podía seguir sin parar, pero después de unos pocos meses juntos inevitablemente todo era muy insatisfactorio por el hecho de que yo nunca tenía un orgasmo.
Ellas pensaban que de alguna forma no me satisfacían. Yo trataba de tranquilizarlas, pero el asunto de cuál era el problema inevitablemente surgía y yo nunca sentí ganas de compartir mi historia con nadie.