Cualquiera podrá fabricar su propia arma de fuego en Estados Unidos con una impresora 3D.
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Esta semana, el Departamento de Justicia estadounidense dictaminó que los planos que explican cómo fabricar armas caseras pueden estar nuevamente en línea, pero ahora de manera legal.
La polémica decisión fue tomada luego de cuatro años de batalla legal entre los fabricantes de estos diseños (la compañía Defense Distributed) y el Departamento de Estado.
La primera arma de fuego fabricada con una impresora 3D vio la luz en 2013. Las instrucciones que muestran cómo replicar el proceso fueron publicadas en Internet y miles de usuarios las descargaron.
Pero poco después el gobierno de Estados Unidos ordenó que fueran retiradas, bajo el argumento de que violaban el Reglamento de Tráfico Internacional de Armas, que rige el material militar que está permitido exportar.