Los doce niños y su entrenador de fútbol que fueron rescatados de una cueva inundada en el norte de Tailandia abandonaron este miércoles el hospital y se preparan para regresar a su casa.
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El grupo permaneció desde la semana pasada en el hospital de Chiang Rai, después de que lograran rescatarlos del complejo de cuevas Tham Luang en un operativo que duró tres días.
Tras dejar el hospital, ofrecieron la primera conferencia de prensa desde que abandonaron la cueva para contar cómo fue la traumática experiencia.
Los médicos tomaron la palabra primero para asegurar que todos están "mental y físicamente bien".
Las preguntas de los periodistas fueron vetadas de antemano y examinadas por un psiquiatra infantil para garantizar que no generen angustia en los niños.
Una vez finalizada la conferencia de prensa, los niños podrán regresar a sus hogares junto a sus familias, dijeron las autoridades.
También esta previsto que los jóvenes se inicien como monjes budistas por un corto período de tiempo, una tradición que siguen los hombres en Tailandia que han sufrido una desgracia.
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En breve más información.
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