Después de dos días de estar encadenada a una cómoda, Chloe Ayling aceptó compartir la cama con su secuestrador.
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"Mientras más comenzamos a hablar, más se estaba formando el vínculo y cuando me di cuenta de que comenzaba a gustarle, supe que tenía que usar eso como ventaja", cuenta Ayling al programa de la BBC Victoria Derbyshire.
La historia de esta modelo británica de 20 años tomó notoriedad en agosto de 2017 luego de pasar seis días secuestrada en Milán, Italia, con la amenaza de ser vendida en internet.
Su secuestrador Lukasz Herba, de 30 años, engañó a Ayling con la promesa de una sesión de fotos, en julio pasado, en Italia.
A la joven le inyectó la droga ketamina, la desnudó, la esposó, la metió en una valija y condujo 193 km con ella en el maletero de un auto hasta una remota granja.
Ayling contó que fue "horrendo" cuando llegó a la casa y Herba dijo que la venderían como esclava sexual a menos que consiguiera 300.000 euros (US$350.000).
"Creí que lo que estaba diciendo era verdad y no lo dudé por un segundo porque eran muy detalladas las respuestas a mis preguntas", describe la joven.
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Pero su secuestrador también le preguntó si podía besarla y si podrían llegar a tener una relación.
"Pensé que esa era mi oportunidad de escapar", dijo Ayling.
"Una vez que vi su reacción ante la posibilidad de una relación en el futuro, el comenzó a actuar con entusiasmo y estaba muy ansioso, siempre hablando de eso. Su respuesta me hizo pensar que tenía que seguir fingiendo".