Después de 60 años de mantener cerradas sus compuertas para mirar al cielo, los astrónomos volverán al Observatorio Real de Greenwich (ROG, por sus siglas en inglés) a explorar el firmamento.
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La histórica casa de la astronomía británica que el rey Carlos II mandó construir en 1675 con la esperanza de que las lejanas estrellas salvaran barcos y vidas, se convirtió en un museo después de 1957, cuando los científicos se retiraron al campo para alejarse del esmog urbano y la contaminación lumínica.
Pero con el aire más limpio y nuevas tecnologías, ahora es posible que los telescopios vuelvan a captar buenas imágenes desde la capital británica, le aseguró el astrónomo del ROG Brendan Owens a BBC News.
Así que el lugar que ahora es quizás más conocido por marcar la longitud de grado cero, será una vez más un sitio desde el cual se busquen "los tesoros escondidos en los cielos, los cuales son tan ricos que la mente humana nunca adolecerá de nutrientes", como dijo el matemático, astrónomo y astrólogo Johannes Kepler.
Para saber dónde estás
Durante siglos, la incapacidad de medir el tiempo con precisión fue un enorme problema para la navegación: saber dónde estabas en altamar era cuestión de vida o muerte. Y para quienes habían invertido en el viaje, de pérdidas y ganancias.