"Colombia no tiene tiempo para atender las extravagancias de la FlFA".
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Así de concluyente fue el entonces presidente colombiano Belisario Betancur en octubre de 1982, cuando anunció oficialmente que su país rechazaba organizar el Mundial de fútbol que debía jugarse cuatro años después.
La nación sudamericana es, desde entonces, el único país que llegó a negarse a ser la sede de una Copa del Mundo después de haber sido elegido para realizarla.
En Colombia, 36 años después, todavía suelen surgir conversaciones respecto a qué habría pasado si el torneo se hubiese jugado allí y no en México, como finalmente sucedió.
Si bien se destaca la decisión tomada en aquel entonces de no ceder ante los desmedidos requerimientos de la FIFA, también se lamenta que el país hubiese sido incapaz de organizar un torneo con un plazo de 12 años.