El combustible de su auto no es gasolina sino miel: etanol hecho a partir de miel de abejas, para ser más exactos.
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Luiz Jordans Ramalho es un apicultor brasileño de 46 años que descubrió una inédita forma de producir combustible con la miel que sobra tras los controles de calidad.
Un día se preguntó cómo aprovechar ese "descarte del producto" y, luego de hacer varios experimentos, encontró una respuesta.