Adam y Raquel Gonzales habían estado juntos cinco años cuando él se despertó una mañana sin tener idea de quién era ella: había perdido todos los recuerdos del matrimonio. Pero Raquel estaba decidida a conquistarlo nuevamente.
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Una madrugada de septiembre de 2016, Raquel fue hasta la sala de la casa en pijama y vio que su esposo la miraba perplejo. Él le habló como si ella fuera una extraña. Parecía no tener idea de quién era.
"Le pregunté: ‘¿Sabes dónde estás? ¿Qué año es? ¿Cuál es mi nombre?’ Y dijo ‘No’ a todas estas cosas", cuenta Raquel.
"Cuanto más preguntaba, más enojado se ponía".
Raquel le aseguró que esa era su casa, que ella era su esposa y que tenían tres hijos en común. Adam comenzó a llorar.
Ella le pidió que se vistiera y que lo llevaría al hospital de inmediato. Cuando Adam abrió su armario, preguntó: "¿Dónde están mis trajes?"